Hoy quiero hablaros sobre lo que es esta gran técnica llamada Etioterapia.

¿Qué es la Etioterapia?

La Etioterapia es la terapia del “etios”, que en griego significa la causa original. Por tanto, es la que nos va a llevar a la causa raíz de las enfermedades.

La causa original de las enfermedades son las memorias, pero no los recuerdos.

Vamos a ver la diferencia entre memorias y recuerdos:

– Los recuerdos son una interpretación de tu mente de lo que has vivido, de la información, es decir, son subjetivos porque se acompañan de pensamientos y emociones.

– Las memorias están fuera del tiempo y del espacio. No es lo que me pasó, sino la causa para qué me pasó todo eso. Es una cualidad informacional que es absoluta, es decir, que no hay juicio de valor, ni de interpretación, ni tampoco hay emociones o pensamientos que acompañen a las memorias: son objetivas.

Todos somos depositarios de información que es dolorosa porque no la hemos sabido gestionar adecuadamente y que no podemos aceptar en nuestra vida. A esta información dolorosa la llamamos SAC (Sistema auto-compensado). Esos SAC se van acumulando en nuestro cuerpo hasta generar repercusiones en nuestro estado de salud. Podemos hacer un símil de los SAC como si fuesen “bombas” que pueden estallar en cualquier momento. A nivel científico el SAC es una onda estacionaria que se ancla en nuestro cuerpo y es lo que produce la enfermedad a diferentes niveles.

¿Qué hacemos los Etioterapeutas?

Utilizar un método lógico a través de la interpretación de forma objetiva la dinámica del pulso radial (localizado en la muñeca). Este pulso no es el pulso médico ni el pulso de la Medicina Tradicional China, ya que lo que se objetiva es la amplitud del tamaño de onda del pulso.

Para nuestro trabajo, nos apoyamos en los tres estados de la materia que son los que conforman al ser humano: el estado físico: todo lo que conforma a la macromateria como huesos, órganos, músculos, articulaciones…, el estado biológico: vinculado con la micromateria, todo lo microscópico como células, hormonas, neurotransmisores, ADN… y el estado psíquico: el más sutil, lo que compete a la física cuántica, todo lo que no se no se ve ni se toca como los pensamientos.

A través del pulso y teniendo en cuenta estos tres estados, lo que obtenemos es la información dolorosa que no hemos podido digerir, es decir, el SAC, el posible origen de la patología.

Cuando encontramos esta información, ¿cuál es el siguiente paso? Devolver la coherencia a la persona obteniendo un impacto sobre la enfermedad y también sobre la propia persona, ya que la etioterapia no se queda solo en una sanación a nivel físico, sino que es un camino de evolución que nos lleva a nuestra esencia real.

¿Qué es un tratamiento de Etioterapia?

Es un tratamiento de gestión de la información en el cuerpo. Es decir, abrimos el SAC para poder desconectar esas “bombas” que nos impiden que estemos bien.

Cuando se abren, lo que sale a la luz es información no digerida, que por tanto, no hemos podido gestionar y que se ha quedado anclada en nosotros como si fuese un peso que llevamos.

Al comprender la información en los tres estados de la materia, nos da la opción de poder aceptarla y adquirir un aprendizaje de esa experiencia. Así se puede digerir y metabolizar lo que nos está ocurriendo. Porque lo que no se acepta en la vida termina convirtiéndose en un nuevo SAC.

¿La Etioterapia me ayudará a curarme?

Es una de las primeras preguntas que escucho de los pacientes que acuden por primera vez a consulta.

Nosotros no curamos y no nos interesa curar. Os voy a explicar el por qué.

Hay una gran diferencia entre curar y sanar.

El curar se hace a nivel superficial, solamente en una capa de todo los que no completa. Es estar enfermo y dejar de estarlo, algo dual, antes sí y ahora no. Implica que vais a poder estar bien un tiempo pero no se va a sostener.

Haciendo un símil de la enfermedad con un iceberg, el curar atiende solamente la punta visible del iceberg, lo que quiere decir que dejamos un 90% o más de lo que nos ha enfermado sin tratar.

Una explicación gráfica de lo que estoy exponiendo que está, desafortunadamente, cada vez más a la orden del día ocurre en los pacientes oncológicos. Después de años de haberse tratado con cirugía, radioterapia y/o quimioterapia (en función del tipo de tumor), aparecen las metástasis. Significa que el proceso que se recibió fue solamente en la punta del iceberg. Se curó, a nivel superficial, pero no se sanó.

Otro ejemplo que veo frecuentemente en consulta son personas que vienen por una enfermedad determinada como puede ser un mioma, que no se sanó y que derivó en enfermedades que afectan al mismo sistema inicial por el que comenzó tos, y después del mioma aparecen ovarios poliquísticos, fibroadenomas en mamas terminando en un cáncer de mama.

¿Cuál es el objetivo de la Etioterapia? Sanar.

La sanación implica una comprensión profunda del para qué enfermamos y una aceptación al camino que te está mostrando tu enfermedad o bloqueo. Por ello implica una armonía entre los tres estados de la materia: físico, biológico y psíquico. Esto nos permite abordar no solo la parte visible del iceberg, sino también la inmensa zona escondida a la que no se atendió implicada en la falta de salud.

Es importante tomar consciencia para no volver a enfermar. Muchas veces nos aferramos a la curación, a lo superficial porque tenemos miedo a la muerte y a lo desconocido, y queremos que otros se hagan responsables de nuestra salud.

Por eso nosotros a lo que nos dedicamos no es a curar sino a sanar, a ir a la raíz y a ayudar a la persona a que vuelva a su coherencia comprendiendo las memorias o informaciones que está en el origen de su enfermedad.